
En el deporte es muy común encontrarse con el caso de deportistas que entrenan bien, pero que, al llegar a la competición, no logran rendir al mismo nivel. Este hecho puede acabar siendo frustrante para el deportista, ya que ve que su trabajo diario no sirve para nada y no ve progreso. Además, también puede ser frustrante para sus compañeros de equipo y entrenador.
¿Por qué ocurre esto?
Entrenar y competir no son lo mismo
Puede parecer una obviedad, pero no siempre se comprende en profundidad. La competición es una habilidad en sí misma. No basta con entrenar bien: hay que aprender a competir. Entrenar y competir activan sistemas mentales y emocionales distintos. El entrenamiento suele darse en un entorno seguro, con margen para el error, retroalimentación constante y sin juicio externo.
En cambio, la competición agrega ingredientes que alteran el contexto:
- Expectativas de resultado.
- Comparación con otros.
- Presión por rendir.
- Evaluación externa (entrenadores, público, medios, etc.).
- Consecuencias (selección, becas, contratos, orgullo personal).
Ese entorno cambia radicalmente la experiencia interna del deportista. Aunque el cuerpo esté preparado, si la mente no lo está, el rendimiento sufre.
Ansiedad competitiva
Uno de los fenómenos que más puede afectar a nuestro rendimiento es la ansiedad competitiva, que no es simplemente “estar nervioso”. Es una respuesta del sistema nervioso ante la percepción de amenaza. En el deporte, esa amenaza puede ser el fracaso, el error, el juicio, la desaprobación o la sensación de no estar a la altura.
¿Cómo se manifiesta?
- Pensamientos acelerados o catastróficos.
- Tensión muscular excesiva.
- Problemas para concentrarse.
- Dificultades para dormir antes de competir.
- Sensación de “mente en blanco” en el momento clave.
- Decisiones erróneas por impulsividad o bloqueo.
La ansiedad no se elimina con frases motivadoras. Se regula con entrenamiento psicológico, al igual que la técnica o la fuerza.

La autoexigencia
Muchos deportistas que entrenan bien pero compiten mal tienen perfiles altamente exigentes. Buscan hacerlo todo perfecto, sin errores. Pero en competición, esa presión interna puede volverse en contra.
Frases como:
- “No puedo fallar.”
- “Tengo que ganar sí o sí.”
- “Si no rindo bien, todo este trabajo no sirvió.”
…alimentan un círculo de ansiedad y miedo al error. El foco deja de estar en el proceso (donde realmente se juega el rendimiento) y se desplaza al resultado (que está fuera del control inmediato). Esta mentalidad hipercontroladora bloquea la espontaneidad, reduce el disfrute y genera rigidez emocional.
Falta de entrenamiento mental
Esta es una de las causas más frecuentes y, a la vez, más invisibles. Muchos deportistas entrenan la técnica, la táctica, la fuerza, la resistencia… pero no entrenan la mente. Y la mente, en competición, pesa. Mucho.
Los mejores deportistas del mundo no compiten mejor solo porque son más talentosos. Lo hacen porque tienen herramientas mentales entrenadas:
- Rutinas pre-competitivas.
- Técnicas de regulación emocional.
- Visualización y activación.
- Diálogo interno funcional.
- Estrategias de recuperación mental ante errores.
Sin estos recursos, el rendimiento se vuelve frágil. El talento no basta si la mente no sabe sostenerlo en el momento crítico.
El miedo al juicio y la necesidad de aprobación
Otra causa silenciosa del bajo rendimiento competitivo es la dependencia del reconocimiento externo. Cuando el foco está en “lo que piensan los demás”, se pierde la conexión con uno mismo. La identidad del deportista se fusiona con el resultado, y cada fallo se interpreta como un fracaso personal.
Esto suele estar relacionado con:
- Baja autoestima deportiva.
- Necesidad constante de validación externa.
- Miedo al rechazo de entrenadores, familiares o compañeros.
Este patrón impide competir con libertad. Y sin libertad mental, no hay rendimiento máximo posible.

Competir también se entrena
La competición es un contexto específico que requiere adaptación progresiva. No basta con entrenar bien: hay que generar experiencias que expongan al deportista a contextos similares al competitivo. ¿Cómo?
- Simulaciones de presión en entrenamientos.
- Participación frecuente en torneos o partidos sin enfocarse en ganar.
- Exposición gradual a públicos o evaluadores.
- Práctica de toma de decisiones bajo fatiga o estrés.
Cuanto más familiar es el contexto competitivo, menos “amenaza” percibe el cerebro. Y entonces, el deportista puede rendir desde el control, no desde la supervivencia.
¿Qué podemos hacer para superar esta situación?
- Entrenamiento mental: incorporar técnicas de visualización y mindfulness puede ayudarnos a manejar la ansiedad y concentrarnos en el momento presente.
- Establecimiento de objetivos: en lugar de enfocarnos en ganar o perder, debemos concentrarnos en aspectos controlables, como mantener la técnica o la intensidad en cada punto. Esto reduce la presión por el resultado y promueve un mejor rendimiento.
- Simulaciones de competición: en los entrenamientos debemos intentar reproducir las condiciones de la competición. Esto nos puede ayudar a habituarnos a esas situaciones competitivas.
- Gestión del autodiálogo: es importante que aprendamos a identificar pensamientos negativos automáticos y los reemplacemos por mensajes positivos y constructivos. Por ejemplo, cambiar “No soy lo suficientemente bueno” por “Estoy preparado para este desafío”.
- Rutinas precompetitivas: si queremos estar al 100% a la hora de competir, debemos diseñar una rutina precompetitiva que nos permita conseguir la confianza y las sensaciones adecuadas para ello. En esta rutina podemos incluir diferentes aspectos que nos ayuden a estar al 100% a nivel físico y mental como la respiración, el mindfulness o la visualización.

Conclusión
Si rindes bien en entrenamientos, tienes las herramientas. Lo que falta es trasladarlas al contexto competitivo. Y eso es posible con conciencia, práctica y entrenamiento psicológico específico. La competición no tiene que ser un enemigo: puede ser el escenario donde tu trabajo brille. Pero para eso, la mente también debe estar en forma.